miércoles, 9 de enero de 2013

Ranking, Acreditación y Política Pública, seguimos mirándonos el ombligo



Es común ver en la prensa, cada cierto tiempo, la publicación de ranking´s de universidades, manifestando cuales de ellas están entre los Top Ten de Chile, pero hoy dados los tristes antecedentes ya judicializados, producto de la gestión de algunas autoridades de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), da para pensar en dichos ranking´s, ya que en la gran mayoría de ellos, el hecho de estar acreditada y los respectivos años de acreditación, son un elemento crucial para calcular la posición de la respectiva universidad, y me pregunto ¿sólo la “del mar” y la “Pedro de Valdivia”, o aún faltan casos por conocer?, y del potencial lobby político asociado a las universidades del estado para acreditarse, no lo sabemos y sería muy injusto plantearlo, pero si a lo menos la interrogante es válida, y por ende pone en tela de juicio la acreditación de universidades, y por ello, pone en tela de juicio cualquier ranking que la utilice en sus cálculos.
Adicionalmente estos ranking´s utilizan una serie de indicadores cuantitativos: número de doctores; número de estudiantes por profesor; papers publicados; etc., etc., etc., y yo me pregunto, cómo estos indicadores pueden dar fe de que efectivamente los estudiantes aprendieron sus materias y desarrollaron las competencias para aplicarlas correctamente…?, por lo menos a mí no me calza.
En resumen, estamos tomando sólo los indicadores que son cómodos para algunos y hacemos los respectivos ranking´s, con esto no quiero desprestigiar a quienes realizan dichas publicaciones, por el contrario, ellos hacen su pega en función de la información a la que tienen acceso y esa no dice relación con la calidad de la formación, ni la investigación.
En mi lógica, un estudiante, me imagino, al titularse espera poder trabajar en áreas relacionadas con la carrera que estudió, donde adicionalmente podríamos pensar que espera tener una buena renta y poder ascender profesionalmente en el tiempo, en conjunto con llegar a empresas y organizaciones que son líderes en sus respectivas áreas de desempeño. Situación que claramente no se observa en ninguno de estos ranking´s, por el contrario ni siquiera se plantean como desafíos, ya que para ello, lo primero que deberíamos hacer es preguntarle a los contratantes, que universidades forman técnicos y profesionales a la altura de sus necesidades y desafíos, ya que de lo contrario, sólo estamos autocomplaciéndonos; poder saber cuál es el equilibrio entre capacidades técnicas, conocimiento y habilidades blandas, por ejemplo.
Desde otro punto, como país, aspiramos a ser desarrollados, y con buenos indicadores de I+D, y me pregunto, donde están los indicadores de patentes generados por las investigaciones universitarias….?, en dichos ranking´s, hasta el momento no he visto ninguno que los incluya, y la verdad me atrevería a plantear (sin conocer los números duros) que la gran mayoría de las patentes de investigación vienen de las empresas y no de las universidades, entonces me pregunto, estamos investigando sólo para generar paper…?, que en muchas instituciones tienen un incentivo económico para los investigadores a través de las jerarquizaciones o incentivos directos por publicación.
Y con el párrafo anterior, me atrevería a plantear, que lo único que muestra es un desacople de la política pública en términos del desarrollo económico productivo, y por ende la política de desarrollo país, donde no existen directrices a nivel país de los técnicos y profesionales que necesitamos para nuestro desarrollo, lo que pone en evidencia, finalmente, la falta de una política país de largo plazo, a modo de ejemplo: hoy es la minería, antes fue la salmonicultura, y pretendíamos ser potencia alimentaria. Todo esto en los últimos 10 años, y de la mirada de futuro….?, no se oye padre, seguimos viviendo el día a día sin anticiparnos a los nuevos tiempos.
Por otro lado, la política pública en términos de educación ha sido casi majadera en fomentar la formación de técnicos, planteando que nos hacen falta para el desarrollo, pero ustedes han conversado alguna vez con estudiantes de educación superior que estudian carreras técnicas, sobre cómo ven su futuro, en su gran mayoría plantean que seguirán estudiando, una vez titulados de técnicos, una carrera profesional, y dicha situación no obedece a temas de renta o empleabilidad, por el contrario, obedece a temas de la valoración socio cultural que se le da a los técnicos en nuestro país, un tema de status,miremos un poco lo que el entorno y la sociedad nos está mostrando, antes de generar ranking´s con indicadores que no necesariamente son importantes o válidos para los actores interesados.
Finalmente, si las universidades “como tradicionalmente se dice” son un motor en el conocimiento y la movilidad social, que se traducen en el desarrollo de un país, antes de hacer un ranking, preguntémonos de qué universidades vienen los técnicos y profesionales, que hoy lideran los cambios en nuestro país…?,uffff, para dar la respuesta y nombrar a esas instituciones, creo que me sobran dedos en una mano.
…Dejemos de mirarnos el ombligo y autocomplacernos con indicadores y ranking´s…, basados en elementos y factores que no dicen finalmente la realidad o están desacreditados, en términos de lo que será el futuro de los actuales estudiantes de educación superior, o la calidad de las instituciones donde actualmente estudian…, ya que de lo contrario, seguiremos ofreciendo sueños y entregando frustraciones…
Hoy estamos viviendo un período de crecimiento económico y de alta empleabilidad, aprovechemos la oportunidad para generar planes de desarrollo de largo plazo, ya que debemos recordar que la economía es cíclica, y nada asegura que las condiciones se mantendrán eternamente, para definir qué es lo que realmente necesitamos, en términos de capital humano, para enfrentar un desarrollo país.

Mauro Grossi Pasche
Ingeniero Civil Industrial


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